Para Pau Salvá, ciclista profesional español y paciente con hemofilia, los límites no existen. Reconoce que lo que ha hecho “no es lo normal”, pero que ha tomado riesgos asumibles para demostrar que una persona con esta condición puede llevar una vida sin mayores contratiempos. Hablamos con él.
Pau ha estado ligado al mundo deportivo toda su vida. Siguiendo las recomendaciones de los médicos inició la práctica de unas de las disciplinas más recomendados para los pacientes hemofílicos: natación y tenis de mesa, para evitar los deportes de contacto u otros que pudieran poner en riesgo su salud. Su dedicación fue tanta que llegó incluso a pertenecer a la selección española de estos deportes. Sin embargo, él quería más, iba por más sueños.
El español tiene hemofilia A moderada, por herencia genética. “He vivido las consecuencias de la enfermedad un poco”, dice. Y no es para menos, pues tres de sus tíos con hemofilia fueron de la generación de los contagios de VIH. A principios de la década de 1980, alrededor de 8.000 personas con hemofilia contrajeron el VIH después de haber sido expuestas al factor de coagulación contaminado producido con donaciones de sangre infectada con el VIH.
Recuerda con nostalgia que uno de ellos murió de Sida a los pocos años del contagio, cuando no existía un tratamiento, mientras que los otros dos tuvieron “la suerte de aguantar” hasta que comenzaron los tratamientos.
“Los he visto con prótesis en las dos rodillas, con muy poca movilidad articular, pero claro, no tenían tratamiento”, manifiesta al hacer referencia a que la profilaxis no existía, y explica que el primer tratamiento que recibieron fue crioprecipitados.
A diferencia de sus tíos, Salvá comenzó a los 9 años con profilaxis. Cuenta que de pequeño presentó ciertos sangrados en sus codos, que aunque al día de hoy no lo limitan, a nivel médico podría presentar una degeneración temprana.
¿Y el ciclismo?
Cuando Salvá comenzó la universidad empezó a dejar a un lado la natación y el tenis de mesa. Hoy es licenciado y doctor en Ciencias del Deporte, oficio que fue compaginando con la práctica del ciclismo. “Cada vez fui subiendo más el nivel y fui dejando de lado la docencia hasta hoy que mi dedicación es 100 % a la bici”.
Es un especialista en bicicleta de montaña. Cuenta que ha estado en campeonatos del mundo con la selección española, en 4 campeonatos europeos, y destaca la Titan Desert 2019 como una de sus carreras más importantes. Allí estuvo durante tres días con el maillot de líder.
Aunque reconoce que el ciclismo puede ser recomendado para las personas con hemofilia, puntualiza que “al final cualquier deporte de competición implica mucho más riesgo porque el nivel de entrenamiento es mucho más alto”.
Pau Salvá es un referente
Desde el 2016 Salvá es embajador del proyecto Pedaleando por la Hemofilia, de la farmacéutica Bayer, iniciativa que busca mostrar que aunque se conviva con esta condición, se puede llevar una vida normal y que los límites no existen. El deportista tiene también una escuela deportiva de niños con hemofilia en su natal España y ha colaborado en un sinnúmero de congresos y conferencias mediante una labor de abogacía.
“Con nuestro proyecto no buscamos tener campeones del mundo en ciclismo, lo que buscamos es que la gente con hemofilia entienda que no es un factor limitante. Quieras lo que quieras hacer no tienes que pensar en que tienes hemofilia”, asegura el ciclista de élite.
Las competencias y el factor
Salvá se siente afortunado de contar desde temprana edad con profilaxis y aunque reconoce que es complejo el acceso a los medicamentos en ciertos países y regiones del mundo, como en Latinoamérica, afirma que “la mayoría de las personas de hoy no saben lo que es un sangrado en una articulación porque han tenido la profilaxis desde el primer año de vida”.
Dice que por prevención en entrenamientos y en competencias, él trata de tener los niveles de factor lo más altos posibles, “por si pasara algo, como una caída, tu respuesta sea como la de una persona normal”, enfatiza.
Cuando le preguntamos si en alguna competencia han visto las infusiones que se hace como “un dopaje”, afirmó que nunca ha registrado ningún inconveniente y que solo sus compañeros se sorprenden un poco. “Me han preguntado si me siento más fuerte, y no, no siento absolutamente nada”.
En video
Vea esta entrevista en video en nuestro canal de Youtube. Entrevista con Pau Salvá ciclista de élite español y paciente hemofílico: https://www.youtube.com/watch?v=LiuPJpOrOEs
